Artículo publicado el 9 de Enero de 2008 en la página web de deportes www.hoysport.com, de la mano de su fisioterapeuta Natxo Corral.
Su título es Lesiones Musculares II
En este artículo, tal y como quedó reflejado en el anterior, se expondrá el conjunto de lesiones musculares con componente traumático para dar por concluida la exposición del citado tema.
Lesiones musculares con componente traumático:
Este tipo de lesiones son provocadas por golpes o, una solicitación excesiva o desproporcionada. Las dolencias asociadas a este tipo de lesiones son las siguientes:
B.1) Distensión o Tirón muscular.
a) Definición y sintomatología :
Se manifiesta como un estiramiento superlativo del músculo sin llegar a la rotura, pero provocando un cuadro inflamatorio que desemboca en una sensación de dolor.
b) Causas:
Esta provocada por una tensión excesiva de las fibras musculares de una zona determinada cuya naturaleza proviene de una solicitación excesiva.
c) ¿Como evitar su aparición?:
La realización de estiramientos suaves antes y después del ejercicio, tomar baños de agua fría con sal gorda y, evitar realizar esfuerzos físicos excesivos en períodos de cansancio o baja forma, suelen reducir los riegos de manera determinante.
d) Tratamiento:
La aplicación de frío, en las condiciones mentadas en artículos anteriores, combinado con estiramientos suaves sin llegar al umbral del dolor.
B.2) Contusión.
a) Definición y sintomatología :
Es un aplastamiento físico de los tejidos de una zona determinada. Los síntomas son dolor en la zona afectada con manifestación de derrame y/o hematoma, cuya coloración variará de manera progresiva en el tiempo.
b) Causas:
Esta provocado por un choque o compresión de la zona con un agente externo.
c) ¿Como evitar su aparición?:
Al ser de carácter fortuito, la medida más efectiva de prevención es el buen juicio y, la precaución a la hora de realizar actividades que puedan implicar golpes o atrapamientos.
d) Tratamiento:
Se debe mantener en reposo la zona afectada y, efectuar un vendaje compresivo aplicando de manera opcional una gruesa capa de pomada antiinflamatoria en el mismo.
Es importante recalcar que en las primeras 48-72 horas el calor y el masaje están contraindicados porque pueden causar fibrosis y miositis osificantes (calcificación muscular) si se aplica muy fuerte y, de manera prematura.
B.3) Rotura de fibras musculares.
Este tipo de lesión, se produce a consecuencia de una contracción muscular involuntaria y, violenta. Su manifestación física, produce una sensación característica y dolorosa , la cual se expresa de manera verbal, especialmente en el ámbito deportivo, con la contundente frase: “me he roto”.
Estas roturas se dividen en 3 grados:
B.3.1) Rotura fibrilar.
a) Definición y sintomatología:
Es la más frecuente y, menos grave. Se define como una rotura microscópica producida sobre un número reducido de fibras musculares. En ocasiones, suele estar asociada a una lesión vascular, quedando patente con la aparición de un pequeño hematoma, lo cuál ayuda a diferenciarla de otro tipo de lesiones. Debido a lo reducido de la zona afectada, es difícil detectarlas mediante ecografía. Los síntomas más comunes son un dolor violento, acompañada de la incapacidad funcional de la zona afectada, la sensación se describe popularmente “como una pedrada”.
b) Causas:
Cuando exigimos al músculo una solicitación superior a su capacidad, la imposibilidad de responder a tal demanda se traduce en forma de este tipo de roturas.
c) Como evitar su aparición:
Se debe realizar calentamiento acorde con la actividad a desarrollar, preparando de manera especial las zonas más solicitadas en los esfuerzos unido a ejercicios de estiramiento activo. La ejecución de los ejercicios preparatorios deben realizarse de manera progresiva, aumentando la exigencia hasta acercarse lo más posible a la demanda de la actividad.
d) Tratamiento:
En el momento de sufrir el percance debe aplicarse frío durante las primeras 48 horas para evitar la inflamación de la zona. Pasando posteriormente al calor para ayudar en la recuperación de la zona muscular afectada. El trabajo de estiramiento de forma progresiva y sin llegar al umbral del dolor facilita, de igual manera, la recuperación. Es esencial respetar un período de reposo de 3 a 5 días, antes de comenzar a ejercitar la zona afectada de manera progresiva.
El tiempo de recuperación de este tipo de lesión, se estima en 3 semanas, aunque puede variar dependiendo de las circunstancias.
B.3.2) Rotura parcial.
a) Definición y sintomatología:
Su definición difiere de la rotura fibrilar, en el número de fibras musculares afectadas, siendo mayor en este caso, aunque sin afectar por completo al cuerpo muscular. El hematoma asociado resulta de mayor importancia y, al palpar la zona dañada se puede notar al tacto la depresión resultante a la lesión (denominado “hachazo”). En este caso, una ecografía puede confirmar el diagnóstico.
b) Causas:
Similar al grado anterior. En este caso la solicitación exigida al músculo suele ser superior o bien, la demanda se produce en situaciones menos favorables, agravándose las consecuencias.
c) Como evitar su aparición:
Debido a la naturaleza análoga de la lesión a la rotura de fibras deben seguirse los mismos consejos.
d) Tratamiento:
En este caso debe mantenerse un periodo de reposo de 4 a 10 días dependiendo de la gravedad y las circunstancias de la lesión, asimismo, en el caso de tratarse de músculos pertenecientes al tren inferior, debe evitarse apoyar el miembro afectado, igualmente se debe realizar un vendaje compresivo sobre el músculo, aplicar frío y, seguir un tratamiento regulado con analgésicos. El retorno a la actividad física, debe ser progresivo, adaptándose a la sensibilidad dolorosa del paciente advirtiendo, especialmente en el caso de deportistas ansiosos por retomar la actividad, la importancia de cuidar la zona de manera especial mediante un calentamiento específico y adecuado, acompañado de los pertinentes estiramientos para evitar recaídas.
B.3.3) Rotura Total.
a) Definición y sintomatología:
En este caso las fibras sufren una ruptura total, produciéndose la separación absoluta de ambos extremos musculares, con la resultante retracción de los vientres musculares, los cuáles se retraen y contraen de manera simultánea, provocando un dolor más intenso, por lo general, que en los casos anteriores y, la incapacidad funcional completa de la zona afectada.
b) Causas:
En este caso la solicitación exigida al músculo suele ser superior o bien, la demanda se produce en situaciones menos favorables, agravándose las consecuencias.
c) Como evitar su aparición:
Es conveniente seguir los mismos consejos que en los grados anteriores.
d) Como evitar su aparición:
En este caso, el tratamiento es indefectiblemente quirúrgico. Los periodos de recuperación y, rehabilitación de la zona afectada son largos y dependen en gran medida de la gravedad y, de la evolución de la lesión.
Agradeciendo de nuevo al Sr. Ion Goldaraz su inestimable y, nunca bien ponderada colaboración en el apartado de lesiones musculares, se dan por explicadas las diferentes variedades y aspectos de las mismas. En cualquier caso, “la consulta” continúa abierta a vuestra disposición para que podáis plantear vuestras dudas en este u otros temas.